Poblamiento del territorio
 

 

Los primeros grupos humanos arribaron al territorio que comprende a la actual comuna hace unos 14 mil años atrás en la fase Paleo-India. Se trataba de Bandas de Cazadores-Recolectores que seguían el patrón de poblamiento de norte a sur. Hacia entonces finalizaba la última gran glaciación que afectó al planeta, lo que hacía que la flora y fauna fuesen muy distintas a las que conocemos hoy en día, ya que la cubierta vegetacional de pampas y serranías sostenían a especies de macro-fauna como Milodontes, Gliptodontes y Paleo-Llamas.



Las condiciones para la mayor concentración en el altiplano y en el oasis e Pica se generaron hace unos 9000 años, cuando vino una fuerte subida de temperaturas a nivel planetario, lo que provocó la desertificación, lo que llevó a que los grupos humanos se concentraran en el oasis y valles, o se desplazaran hacia la costa o sectores con mayores recursos hídricos y biológicos. Hacia unos 6000 años atrás el clima se estabiliza en el denominado Óptimo Climático y se llegan a condiciones ambientales y de flora y fauna a la de nuestros tiempos.

Desde estos tiempos Pica resalta en el desierto como oasis, siendo punto obligado de la trashumancia que desarrolla el ser humano en esta región, donde distintas alturas y condiciones climáticas crean ecologías diferentes y complementarias entre sí. Donde era común itirenar entre el altiplano y la precordillera, la pampa y la costa, e inclusive más allá de nuestras fronteras actuales, a la pre-amazonía y los sectores andinos macro-regionales, o entre los distintos núcleos de desarrollo prehispanos, como la Cultura Arica, la quebrada de Tarapacá y San Pedro de Atacama. El territorio era ocupado con desplazamientos verticales (este-oeste) y horizontales (norte-sur), ganando complejidad estas tramas que buscaban el intercambio y la complementaridad.


TIWANAKU Y TAHUANTINSUYU

Sin desestimarse el casi seguro uso y manejo del territorio en fases muy anteriores, las fechaciones arqueológicas para Pica son relativamente recientes y se remontan a la etapa Agro-Alfarera (3mil años atrás), es decir cuando ya el hombre ha dejado de ser nómade y ha optado por el sedentarismo, basando su economía en la agricultura y el pastoreo de llamas y alpacas, a la vez que desarrolla aspectos de mayor complejidad espiritual y social, lo que se manifiesta en cultos y formas de vinculación con los antepasados sanguíneos o totémicos (simbólicos), o formas de concepción de la naturaleza más elaboradas (sentimientos hacia la tierra, las montañas y el agua). A ello se debe agregar la expansión de Tiwanaku (600 al 1000 d.C) y la incorporación del territorio al Tahuantinsuyu (el Incanato, a mediados del siglo XV,quedando esta parte de Chile en la "provincia" denominada "Collasuyu" ).

Vale decir el área piqueñas -y regional en general- reciben la influencia de las dos mayores civilizaciones sudamericanas, la primera con eje en el lago Titicaca y la segunda desde el "ombligo del mundo", el Cusco. Es precisamente entere ambas expansiones donde se produce el período de mayor desarrollo regional y se constituye con mayor fuerza el " Complejo Cultural Pica- Tarapacá", en que todo ese valle, con puntos tan relevantes como la aldea de Caserones,se interrelaciona con el área de Pica, comprendiéndose todo su entorno, como Matilla, Quisma, y Chintaguay, entre otros. En esta fase predominan los Reinos Aymaras, señoríos de alta complejidad social y con una dinámica que comprendía interrelaciones complementarias con todos los pisos ecológicos y etnias que habitaban el vasto territorio tarapaqueño y su área de influencia.

En la fase de pertenencia al Collasuyu es indudable que el oasis fue punto preferencial en el tránsito entre el Cusco y los mitimaes (colonos incásicos) y las etnias que fueron anexándose al Incanato- De hecho, el camino del Inca tiene como ejes Tarapacá, Pica y Huatacondo, por lo cual los Chasquis (mensajeros) les tenían como Tambos (lugares de descanso y relevo), y según la tradición oral piqueña, el propio Inca y las Ñustas (princesas) le tenían como lugar dilecto por sus aguas termales y sus frutos.