LA LEYENDA DE MIRAFLORES
 

Se dice que en la época de los españoles se construyó el socavón de Miraflores.  Los españoles construyeron el socavón gracias a los esclavos que tenían en ese entonces para trabajar.

Cuentan que un día los esclavos se revelaron y hubo muchos muertos y heridos.

Se dice que las almas de los esclavos están en Miraflores y se escuchan en las noches como trabajan con sus herramientas, el ruido de las palas, picotas, etc. y el incansable martilleo.  También se escuchan voces de sufrimiento y de agonía de tantos golpes que recibían por sus amos.

Este es un testimonio que le sucedió a mi tío, Carlos González Lutino, que nunca más quiso entrar a un socavón.

Alumno: Marcelo Lutino Quispe, 7° Año de la escuela G-102 Matilla de Nueva Extremadura

 

 

LA LEYENDA DEL VALLE DE QUISMA
 

En el año 1920 más o menos cuando estaba todo el apogeo del Valle de Quisma, era un hermoso vergel, habían viñedos, mangos, limoneros, naranjos, guayabos, grandas, hortalizas, etc.

Sus frutos y verduras eran de excelente calidad y tamaño y toda su producción la vendían a las oficinas salitreras.  Los niños en es tiempo estudiaban en la escuela que funcionaba en Matilla, donde se quedaban hasta la tarde porque les daban almuerzo.

Como habían muchos niños pidieron una escuela y le dieron una casa grande en el mismo Valle donde empezaron a estudiar, le hicieron cancha de básquetbol y los niños de Matilla iban a jugar allá.

Pero llegó un momento en que en 1939, el caudal de agua potable que correspondía al Valle, fue llevado hasta Iquique, lo cual provocó la muerte de la agricultura y también la de sus habitantes, unos se fueron a Pica, otros a Matilla e Iquique, desarmaron las casa y desapareció todo, sólo quedó la capilla que corresponde a la Virgen de Santa Rosa.

Actualmente ha renacido el Valle, ahora viven ocho familias y otras más que quieren hacerlo.  Han conseguido electricidad para el valle.  También desean tener cabina telefónica.

Todos los habitantes del valle tienen la misma idea, que el Valle de Quisma vuelva a ser como en antaño, pero moderno.

 Historia relatada por un vallestero de mucho coraje y orgullo.

 

LA LEYENDA DEL CERRO CACHIMBO
 

Mucho tiempo atrás todas las personas del vecino país, (Bolivia) viajaban a la quebrada para intercambiar mercadería, debían pasar justo por la orilla del Cachimbo (nombre de un cerro).  Justamente un arriero apodado SITILQUE que viajaba con destino a la quebrada de Macaya en busca de frutas como peras y otros a cambio de quinua, leña, sal, etc. le sucedió lo siguiente:

Al regreso del cuarto día, justamente como a las tres de la tarde, pasando a orillas del Cerro Cachimbo, se encontró con unos pares de chivitos que andaban cerca del camino comiendo pasto, este arriero contento dijo:

- Estos chivitos los agarro y me los llevo, los voy a cargar sobre el burro.  Pero no fue así como él lo pensó, los chivitos empezaron a caminar hacia el Cerro Cachimbo.   El arriero trataba de agarrar algunos, pero saltaban tan alto que se hizo imposible.

Siguió hasta la mitad del cerro, el Sitilque se asustó y dejó a los chivitos que se fueran, regresó porque se estaba haciendo muy tarde para llegar a su destino.

Llegó donde sus burros y se fue rumbo a su pueblo, llegando a su casa se sintió mal y se enfermó gravemente, hasta que tuvo que acudir a un curandero, el cual le preguntó si se había encontrado con algo en el camino, el Sitilque le dijo que sí, que sí se había encontrado con unos chivitos  tan bonitos que quiso traérselos, entonces el curandero dijo:  ¡ese era el animal del Cachimbo que quería comer tu espíritu pero ahora te voy a curar y te sanarás!.

A los tres días el Sitilque estaba sano y no volvió a pasar nunca más por las "Orillas del Cachimbo"

Alumno: Cecilia Lázaro Moscoso, 8° Año,  escuela G-111 Bellavista de Cancosa